Con el paso del tiempo, se ha hecho una práctica cotidiana la exposición de fotos, vídeos y cualquier otro tipo de información sobre los hijos en redes sociales. Desde la primera ecografía, hasta la caída del primer diente o festivales escolares son compartidos en los perfiles personales. De tal manera, el diccionario británico Collins incluyó en el año 2016 la palabra “sharenting”, como referencia a este fenómeno. El significado viene del anglicismo en el idioma inglés de “share” (compartir) y “parenting” (paternidad).

La escritora estadounidense Nancy Jo Sales expone en su libro “American Girls: Social Media and the Secret Life of Teenagers”, que el 92% de los menores de 2 años en Estados Unidos ya tienen una presencia digital. Siendo así, antes de cumplir los 5 años los padres ya han compartido más de 10.000 fotografías de sus hijos en sus redes sociales.

Así mismo, un estudio realizado en 2017 por Ofcom, regulador de las comunicaciones de Reino Unido, reveló que los padres de hoy en día no creen un inconveniente el compartir publicaciones de sus hijos sin el consentimiento de los mismos. Solo un 15% de los encuestados se mostró preocupado por las consecuencias que esta práctica puede traer.

Implicaciones

Compartir la vida de los hijos en internet puede ser una demostración de orgullo y felicidad, pero llega a traer consigo varios peligros como lo son el ciberbullying, el robo de identidad e incluso la explotación sexual infantil.

Microsoft realizó en 2019 una investigación en adolescentes de 25 países, entre esos Colombia, de los cuales el 42% reveló tener un problema con las publicaciones sobre ellos en los perfiles de sus padres. Mientras que el 66% indicó que ha sido víctima de algún riesgo en línea.

Al difundir contenido sobre los hijos, se está brindando información puntual sobre ellos a personas extrañas. Entre esos datos está el nombre de sus padres, familiares, fechas especiales, los colegios a los que asisten e incluso el lugar de vivienda. Información que puede ser usada para engañar y sobornar al menor o a los familiares.

Recomendaciones

Para garantizar una mayor seguridad a sus hijos, es importante pensar bien el contenido que va a publicar sobre ellos. Tener activada la configuración de privacidad en los perfiles de Instagram y Facebook limitará el acceso personas extrañas a su contenido. Además, es recomendable desactivar las funciones de ubicación y geolocalización para evitar compartir información de su vivienda o los lugares que recurrentemente visita con sus hijos. También, es importante tener en cuenta la opinión del menor ante la publicación ¿quiere el niño que el contenido sea publicado? En el caso de no tener la capacidad para expresarse, los padres deben preguntar así mismos más de una vez si a su hijo le avergonzaría el contenido o si representa un peligro para él.